Nuevo y soberbio album de Youth Lagoon, también conocido como Trevor Powers, natural de Idaho, que ya en 2011 se reveló como un aventajado músico espirituoso con aquel “The Year of Hibernation” (Fat Possum), donde comenzaba a exhibir su particular constelación psicodélica y barroca, de la que ahora se ha convertido en amo y señor.
“Wondrous Bughouse” (Fat Possum, 2013) , tarjeta de embarque al subconsciente, batidora de ritmos y sonidos, y voces distorsionadas. Toda una colección de imágenes surrealistas para confirmar, una vez más, que la psicodelia es un concepto atemporal, no un género, ha existido y existirá siempre (bajo diferentes nombres), y muestra su mejor forma en la misma medida en que la muestra el arte, que no es otra cosa que la expresión tangible de nuestra imaginación.
Leíamos en alguna reseña del disco que circula por la web, que en esto de la psicodelia está ya casi todo inventado. Imposible. En todo caso, nos hará falta entrenar más la imaginación.
De cualquier modo, este no es el caso de Trevon Powers, que haciendo gala de una creatividad en estado de gracia, se ha marcado un álbum memorable. Pop marciano con melodías trituradas, que nos recuerdan en varios momentos a la experimentación sonora de Panda Bear, aunque con un formato más clásico y más fácilmente digerible.
Himnos como “Dropla” , “Mute” o “Attic Doctor” que seguro tendrán su presencia entre lo más destacado del año cuando este se consuma, han venido dando los adelantos de lo que parecía, y por fin se confirmó, como un disco enorme.